En los últimos años, los países latinoamericanos se han visto desafiados por nuevos tipos de conflictos que afectan la seguridad pública. Manifestaciones como las de Chile, Bolivia, y Ecuador y graves terremotos e inundaciones han puesto a prueba la capacidad de las instituciones de policía y emergencias para atender oportunamente a la población. Para mejorar la respuesta a estos eventos, los equipos de primera respuesta se respaldan en tecnologías que potencializan su profesionalismo y optimizan la toma de decisiones.